lunes, 22 de septiembre de 2014

Lo que puede hacer la palabra de Dios.


Sn. Juan 6.63

Introducción:

El verbo hecho carne (Sn Jn. 1.14), es la Palabra viviente y todo lo que hay en el Universo, es producto de esa Palabra Jn. 1.3; de tal manera que sin ella, no habría nada de lo que ahora es. Cabe destacar lo que la Palabra viviente (Jesucristo) hace:

I - La Palabra de Dios, CREA. Gn. 1.3,6,9,11,14,20,24,26

Da orígen o comienzo a lo que antes no era. La gran obra de creación sólo fue posible por la Palabra de Dios. Y el hombre, siendo hecho a la imágen y semejanza de Dios, también sabe crear por medio de la palabra. Nada hay que el hombre haya hecho que no sea por medio de la palabra. Lo que se llama idea, proyecto o enunciado antes de hacer algo esto es "palabra", pensada, expresada o no, oral o escrita, pero al fín palabra. Sal. 51.10.

II - La Palabra de Dios, SUSTENTA. He. 1.3; Col. 1.17; Sn Jn. 15.16; Ezq. 3.13; Sal. 119.116

Lo que se conoce como leyes físicas o naturales no es más que la palabra que sustenta todas las cosas del Universo que guarda el equilibrio, la unidad, el movimiento, la consistencia, etc. Para la vida humana esta Palabra alimenta, conforta, da nuevas fuerzas, Is. 40.31. Cuando Jesús alimentó a las multitudes, lo hizo por medio de su palabra: "Dadles de comer vosotros" Sn Mr. 6.37; el pan material es posterior a la orden divina. Sn Mt. 4.4.

III - La Palabra de Dios, GOBIERNA O RIGE. Gn. 2.16:17; Ex. 20.1:17; Dt. 6.4:9; Sn Mt. 5.14:48, cps. 6 y 7; Sn Jn. 15.12; Ro. 12.

Todos los pueblos de la tierra tienen normas que regulan su conducta entre sí o relativas a su religión, cualquiera que ésta sea. Este hecho, comprueba que para el creyente en Jesucristo, la Palabra de Dios sea la norma suprema de conducta. Para eso ha sido dada la PALABRA para ser obedecida que equivale a decir, ser guardada. Si la Palabra no gobierna el corazón para que haya buenas acciones, no hay fruto agradable a los ojos de Dios.

IV - La Palabra de Dios TRANSFORMA U OPERA CAMBIO. Sn Jn. 11.43:44; Sn Mt. 21.19; Sn Lc. 5.4:9; Hch. 8.26:40.

Una situación, estado o hecho determinado suele operar un cambio mediante la Palabra, ora de Dios o también del hombre. En el caso del hombre, sí tiene límites; pero en ambos casos, la Palabra es quien funge como causa del cambio o de la transformación. Los casos citados, son ejemplos reales de lo que hace la Palabra en esta obra maravillosa.

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